Jaime Septién
La Oficina Regional para América Latina y el Caribe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha publicado un importante estudio titulado “El futuro del trabajo que queremos. La voz de los jóvenes y diferentes miradas desde América Latina y el Caribe”.
En El Observador Digital, el académico de la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” (UCA), Carlos Ayala Ramírez, señala que el documento parte de la hipótesis de que en un continente eminentemente joven, es necesario desarrollar acciones que permitan contar con la visión y percepciones de los jóvenes, a fin de saber qué piensan sobre la educación y el empleo, cómo ven su presente y cómo se proyectan al futuro, cómo vislumbran su futuro en el mundo del trabajo.
“En otras palabras, dice Ayala Ramírez, se trata de recoger las opiniones y percepciones de los jóvenes de la región acerca de su futuro laboral y sus perspectivas, partiendo de su realidad presente”. Y eso fue lo que extrajo el estudio de la OIT regional.
Luces y sombras
En América Latina y El Caribe, 39 por ciento de los 156 millones de jóvenes (entre 15 y 29 años) vive en la pobreza; el desempleo juvenil alcanza aproximadamente a 17 por ciento de ellos; 20 por ciento de muchachos y muchachas de entre 15 y 24 años no estudia ni trabaja.
Los desafíos que hoy enfrentan los jóvenes de la región “no tienen precedentes”, resume Ayala Ramírez, desafíos que van “desde el cambio climático hasta el desempleo y las múltiples formas de inequidad y exclusión, particularmente para los que pertenecen a grupos vulnerables o marginados”.
Sin embargo el documento de la oficina regional de la OIT tiene un lado esperanzador: los países latinoamericanos y caribeños todavía gozan del “bono demográfico”, el cual debe ser potenciado.
Para Ayala Ramírez, “los jóvenes son una fuerza positiva de cambio transformador y actores fundamentales de un desarrollo sostenible e inclusivo; se reconoce su potencial para comunicarse, actuar e influir en su entorno social”.
Confianza versus miedo
¿Qué es lo que demandan, en una agenda hacia el 2030, los jóvenes caribeños y latinoamericanos? Educación de calidad, trabajo decente, gobiernos honestos y transparentes, y una mayor y más significativa participación en la toma de decisiones.
Para conocer las percepciones de los jóvenes sobre el futuro del trabajo, la Oficina Regional de la OIT realizó una encuesta en línea a 1,544 muchachos y muchachas de entre 15 y 29 años de edad en 26 países de América Latina y El Caribe: más del 60 por ciento ve su futuro laboral con mucha confianza. A la inversa, cerca del 40 por ciento, con incertidumbre o miedo.
El documento concluye afirmando que, para el empoderamiento socioeconómico de la juventud, el trabajo decente y la creación de medios de sustento son fundamentales. Y esto supone no solo incrementar la cantidad de puestos de trabajo para los jóvenes —dando prioridad a quienes tienen mayores dificultades de inclusión—, sino también aumentar la calidad del empleo y el acceso a protección social.
“En esta línea, las economías de la región deben generar una sólida infraestructura de oportunidades de empleo, educación y movilidad social para los jóvenes. Hay que cambiar las condiciones de sociedades que no reconocen las capacidades de los jóvenes ni les ofrecen oportunidades”, termina diciendo Ayala Ramírez.
Con información de El Observador Digital
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