Recomendaciones desde la ALIANZA LAC JUVENTUDES
Foro Sociedad Civil, 25 de abril de 2017
En el marco del Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible
Buenos días a todas,
Desde la Alianza Latinoamericana y Caribeña de Juventudes celebramos este espacio de encuentro entre diferentes organizaciones de la sociedad civil de la región.
Antes de entrar con las recomendaciones sobre la implementación de la Agenda en la región, quisiéramos compartir algunas reflexiones que surgieron en nuestro encuentro previo sobre el contexto en el que se busca alcanzar la Agenda 2030.
Lo único claro es el ambiente de incertidumbre.
Estamos en tiempos en que los consensos sobre Derechos Humanos, que aparecían como el gran logro de las últimas décadas, están siendo reemplazados por un discurso vacío ejercido por quienes dominan, para intervenir nuestros países y nuestros pueblos.
En 2015, la Cumbre Mundial de Desarrollo Sostenible se alzaba como un espacio de encuentro de presidentes de casi la totalidad de los países del mundo, hoy el escenario es de tensión, donde la xenofobia, el racismo y la misoginia, levantada por sectores “neoconservadores” se han instalado en Gobiernos como el Norteamericano y también de Nuestra América, como es el caso de Brasil.
En este escenario, el sistema capitalista deja de esconderse y muestra su verdadera cara: violencia, exclusión, extractivismo que destruye nuestros territorios, pueblos y cuerpos. Reivindicar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, como un acuerdo aceptado por todos los países del mundo, representa un avance hacia un nuevo marco civilizatorio;
Recordemos que nuestra América Latina y Caribe tiene el acuerdo más progresista del mundo, El Consenso de Montevideo, que rompió paradigmas y que tiene una serie de indicadores que tiene que ser la base para la consolidación de los indicadores de la Agenda 2030 para nuestra región en noviembre próximo.
Siguiendo con la implementación es necesario reconocer que la política se constituye en torno a un conflicto respecto a cómo administrar la vida en sociedad. Y en este conflicto hay intereses. Esta Agenda sobre Desarrollo Sostenible, tiene intereses que se contraponen; somos múltiples actores, con intereses que no son coincidentes, lo que claramente implica las responsabilidades diferenciadas. Así que otra importante recomendación es poner las cosas en su justa dimensión.
En un mundo de recursos limitados la igualación no puede ser hacia arriba.
No existe suficiente planeta tierra para satisfacer el consumo del “primer mundo” y de las élites de nuestros países periféricos. Para no dejar a nadie atrás, algunos tienen que renunciar a sus privilegios. No son muchos. Oxfam en un estudio publicado hace pocas semanas señalaba que 8 hombres tienen el mismo poder económico que la mitad de la humanidad.
Estos 8 hombres integran el 1% de grandes multinacionales, que combinan capital nacional y transnacional. Se representan en el sector privado. Se presentan a veces como fundaciones de beneficencia e incluso, tienen la osadía de presentarse como aliados del desarrollo sostenible.
No necesitamos su limosna. Necesitamos que respeten los derechos humanos, y que si verdaderamente están comprometidos con el desarrollo, inicien cuestionando sus privilegios. Sólo así podremos hablar de no dejar a nadie atrás. Mientras eso no suceda, mientras la riqueza siga concentrada en ese 1%, lo primero al menos es dejar muy claras las responsabilidades diferenciadas.
El sector privado no puede ser tratado como parte de la sociedad civil y debe reconocerse que su enorme responsabilidad frente a la Agenda 2030, comienza por pagar impuestos, detener la depredación de los recursos naturales de nuestros países y de nuestros pueblos indígenas, respetar los derechos de sus trabajadores y trabajadoras. Esto podría ser un punto de partida. Si no hablamos de esto y actuamos en consecuencia; no estaremos abordando de forma correcta la causa de las desigualdades de nuestro continente y en el mundo.
En este claroscuro, la Agenda 2030 es un buen árbol al cual arrimarse y la sociedad civil se constituye como un aliado fundamental para contribuir en su implementación, pero sobre todo para vigilar y generar procesos de rendición de cuentas. No perdamos de vista que los gobiernos son los principales responsables de garantizar las condiciones para que todas y todos podamos tener una vida digna que empieza por la garantía plena de derechos humanos.
Una siguiente recomendación es continuar con el reconocimiento y garantía de la participación de la sociedad civil, tanto en la implementación como en la evaluación. Esto es fundamental para lograr un desarrollo verdaderamente sostenible.
¿Cómo garantizar nuestra participación? Aunque está es una discusión que sigue, hay elementos mínimos que se tienen claros. La participación tiene que considerar: la heterogeneidad y diversidad de las organizaciones (sean reconocidas o no reconocidas por los Estados; de carácter local, nacional y/o regional); debe ser democrática, que permita la disputa de proyectos en el diálogo y no en la exclusión; pero sobre todo, debe ser pertinente a las experiencias previas de las organizaciones de la sociedad civil en la región. No hay que inventar desde cero, ni adoptar moldes impuestos desde el ámbito global.
El desarrollo será sostenible, y cumpliremos con no dejar a nadie atrás, cuando eliminemos las desigualdades e injusticias generadas por el sistema, así como las dinámicas capitalistas, patriarcales y adultocéntricas.
Nuestra participación no será testimonial; nos comprometemos a vigilar el actuar de los gobiernos y generar diálogos políticos críticos, abiertos, propositivos e inclusivos para la defensa de los derechos, comunidades, cuerpos y territorios de nuestra región. Las juventudes no daremos un paso atrás en el reconocimiento y en la generación de condiciones para el ejercicio de nuestros derechos humanos, incluidos los derechos sexuales. Como ya lo hemos venido diciendo. Nuestros cuerpos son nuestros territorios.
Asociación de Mujeres Adolescentes y Jóvenes Caribeñas
Asociación GOjoven Honduras
Asociación Guatemalteca de Humanistas Seculares, ONG -AGHS-
Elige Red de Jóvenes por los Derechos Sexuales y Reproductivos A.C.
Espacio de Interlocución sobre Población y Desarrollo
Plataforma Nacional de Juventudes – Guatemala
Red de Jóvenes para la Incidencia Política -INCIDEJOVEN-
Red Ideas Nicaragua
Red de Mujeres Jóvenes de Colombia
Red Nacional de Juventudes RNJ Nicaragua