Este 18 de octubre se cumplieron seis meses de protestas en contra del gobierno de Daniel Ortega en Nicaragua. De acuerdo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, 325 personas han perdido la vida, entre ellas 25 menores.
Amnistía Internacional presentó esta semana el informe “Sembrando el terror: de la letalidad a la persecución en Nicaragua”, en el que se documentan las violaciones a derechos humanos que han ocurrido en el país.
El 18 de abril miles de nicaragüenses tomaron las calles para protestar en contra de una reforma social propuesta por Ortega, que contempla el recorte del 5% a las pensiones y el aumento de impuestos a los trabajadores.
La represión y criminalización con la que respondió el gobierno de Ortega provocó que las protestas se intensificaran, aunque iniciaron por la reforma social, ahora los nicaragüenses exigen democracia en su país y que se lleven a cabo elecciones anticipadas. Aunque a finales de 1970 Ortega ayudó a derrocar al régimen de los Somoza, en esta, su segunda vez como presidente, lleva más de 12 años y se niega a dejar el cargo.
Bajo el argumento de que se trata de un “golpe de Estado” y la criminalización de los manifestantes como “terroristas”, el presidente ha hecho un uso excesivo de la fuerza en contra de la población.
Los y las jóvenes han sido una parte fundamental del movimiento, y también el sector más afectado. Uno de los peores ataques del gobierno fue en contra de universitarios, cuando el pasado 13 de julio, grupos parapoliciales tomaron la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, asesinaron a dos de sus estudiantes y dejaron más de una decena de heridos.
Amnistía Internacional denunció que con la Operación Limpieza, dirigida hacia quienes participan en las protestas, el gobierno ha llevado a cabo detenciones arbitrarias, tortura y uso generalizado e indiscriminado de fuerza letal por parte de la policía y fuerzas parapoliciales.
325 personas han perdido la vida y más de dos mil han resultado heridas. Más de 300 han sido encarceladas de forma ilegal. Alrededor de 20 mil han tenido que huir del país, en su mayoría han tenido que pedir asilo a Costa Rica.
Se tienen documentados al menos 12 casos de tortura, entre ellos uno de tortura sexual en contra de una mujer joven que ocurrió en un centro de detención oficial.
Apenas este fin de semana se vivió de nuevo una fuerte represión, más de 30 personas fueron sometidas y detenidas en Managua, la capital. Entre ellas, 15 mujeres que fueron trasladadas a una prisión, antes de ser interrogadas, una de ellas, la periodista Marlen Chow, prestó a sus compañeras su labial rojo para que todas se pintaran los labios. Para desconcertar a los policías, declararon que pertenecían a la “Organización de Mujeres Nicaragüenses Pico Rojo”.
Su protesta fue retomada por cientos de nicaragüenses, que como muestra de apoyo compartieron en redes sociales fotografías con los labios pintados de rojo.
¡Exigimos un alto a la violencia en Nicaragua! El gobierno de Daniel Ortega debe poner fin a la represión y a la violación de derechos humanos. Convocamos este viernes 19 de octubre a las 10 de la mañana a una acción solidaria con Nicaragua en su embajada en México, ubicada en calle Fernando de Alencastre #136, colonia Lomas de Chapultepec.