“Necesitamos que cada país desarrolle un programa integrado para mujeres, niños y adolescentes”*

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Santiago de Chile, 3 de julio de 2017- Países de América Latina y el Caribe acordaron hoy trabajar para poner fin a la mortalidad prevenible de mujeres, niños, niñas y adolescentes para 2030, y desarrollar acciones efectivas para que esa población prospere y transforme el mundo.

El Compromiso para la Acción de Santiago para la implementación de la Estrategia Mundial para la Salud de la Mujer, el Niño y el Adolescente (2016-2030) reconoce que las metas son “ambiciosas pero alcanzables” y llama a los países a “tomar las acciones necesarias para lograr que las personas realicen su derecho a obtener el más alto nivel posible de salud”.

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“Necesitamos que cada país desarrolle un programa integrado para mujeres, niños y adolescentes, fortaleciendo componentes de la estrategia, tales como el desarrollo de la primera infancia; la salud y el bienestar de los adolescentes; la mejora en la calidad, equidad y dignidad en los servicios de salud; los derechos sexuales y reproductivos; el empoderamiento de mujeres, niñas y comunidades; o soluciones a crisis humanitarias o situaciones de mayor fragilidad en nuestra región”, afirmó la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, durante la Reunión de Alto Nivel Todas las Mujeres, Todos los Niños, Todos los Adolescentes, que tiene lugar en Santiago de Chile hasta el 4 de julio. Bachelet es la copresidente del Grupo de Alto Nivel para la Implementación de la Estrategia Mundial para la salud de la Mujer, el Niño y el Adolescente, lanzada por el Secretario General de las Naciones Unidas como una hoja de ruta para mejorar la salud y las condiciones de vida de todas las mujeres, niñas y niños y adolescentes del mundo, sin dejar a nadie atrás.

“Las inequidades en salud no solo son injustas, también amenazan los avances que hemos logrado en las últimas décadas, y ponen en peligro el crecimiento económico y desarrollo social” de América Latina y el Caribe, afirmó Carissa Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud. “Tenemos la obligación de asegurarnos de que las acciones políticas alcancen primero a las personas más desfavorecidas y que luego beneficien gradualmente también a cada mujer, niño, niña, y adolescente en nuestra región”, señaló Etienne.

Se estima que en la región más de 6,200 mujeres murieron en 2015 por complicaciones durante el embarazo y el parto, la mayoría de las cuales se puede prevenir. Además, alrededor de 196,000 niños menores de 5 años fallecen en América Latina y el Caribe cada año, de ellos, el 85% tenían menos de 1 año. Por su parte, la salud de los adolescentes y sus posibilidades de prosperar se ven condicionadas por desigualdades de acceso a la salud, la educación y oportunidades de empleo. La región tiene una de las tasas de natalidad adolescente más altas del mundo y entre sus principales causas de muerte figuran los homicidios (24%), los accidentes viales (20%) y los suicidios (7%).

En el documento, las autoridades asistentes reconocen que “la existencia de inequidades entre y dentro de los países de la región representa la amenaza más grande para el desarrollo regional”. El Compromiso para la Acción de Santiago, indican, trabajará para movilizar y catalizar la acción hacia el logro de los objetivos que la impulsa la Estrategia Mundial.

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Asimismo, los países asistentes se comprometen a abordar las desigualdades en género, étnica y derechos humanos para que nadie quede atrás, teniendo en cuenta que estas dimensiones se entrecruzan y se solapan en situaciones de discriminación, especialmente hacia las mujeres, niños, niñas y adolescentes más pobres.

El Compromiso para la Acción reconoce como acciones prioritarias la reducción de las inequidades en salud de acuerdo a las normas y principios de los derechos humanos, con especial atención a las poblaciones vulnerables; la priorización de la calidad en el acceso universal a los servicios de salud; el fortalecimiento de la cooperación entre países para abordar contextos específicos; y la promoción de acciones multisectoriales dentro y entre los países.

“Necesitamos ver más allá de la sobrevivencia, y apuntar a que los niños puedan desarrollar todo su potencial. Los determinantes sociales de la salud requieren una agenda multisectorial. Debemos trabajar en salud no sólo para mejorar los indicadores sanitarios, sino también como la base para alcanzar el cumplimiento de todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, indicó Nana Taona Kuo, gerente senior de Todas las Mujeres, Todos los Niños.

“Los Objetivos de Desarrollo Sostenible son fundamentalmente sobre exclusión e inequidad. Y ya no se trata de norte o sur, sino que incluso dentro de los países hay exclusión”, puntualizó Luiz Loures, subsecretario general de las Naciones Unidas y director ejecutivo adjunto de ONUSIDA. Loures reconoció el liderazgo de la región para la implementación de la Estrategia Mundial: “América Latina y el Caribe son los primeros en tener una coordinación regional (EWEC LAC). Hay mucho por hacer aún pero ya hay miras de trabajar en una sola dirección y eso es fundamental para involucrar a América Latina”.

Para Alicia Bárcenas, secretaria ejecutiva de CEPAL, la Agenda 2030 es “civilizatoria, indivisible y universal que aspira a una prosperidad compartida”. “La apuesta de esta reunión es la igualdad respecto a la titularidad de derechos. Y la propuesta es crear un nuevo pacto político para pasar de la cultura del privilegio a la cultura de la igualdad”, enfatizó. Añadió que desagregar la información es un mandato de la Agenda 2030: “lo que no se mide, no importa y hay que romper el silencio estadístico”.

Por su parte, la Dra. Alma Virginia Camacho, asesora regional de Salud Sexual y Reproductiva de UNFPA para América Latina y el Caribe, indica que "La estrategia prioriza el principio de “no dejar a nadie atrás”, consistente con la Agenda 2030, que se complementa con el mandato del Fondo de Población de Naciones Unidas de contribuir a un mundo en el que cada embarazo sea deseado, cada parto sea seguro y cada persona joven alcance su pleno desarrollo".

La Estrategia Mundial para la Salud de la Mujer, el Niño y el Adolescente recomienda paquetes de intervenciones que los países pueden aplicar para evitar las muertes prevenibles de mujeres, niños y adolescentes, entre ellas, la vacunación, la nutrición adecuada, la lactancia materna exclusiva, el acceso a agua segura y saneamiento adecuado, la educación y oportunidades de empleo para las mujeres, acceso a servicios de salud de calidad, e información y acceso a métodos de salud sexual y reproductiva.

El encuentro convocó a los ministros de Estado (Salud o Desarrollo Social) de Barbados, Brasil, Chile, Cuba, Guatemala, México, Uruguay, entre otras autoridades gubernamentales. También participó la esposa del Primer Ministro y Enviada Especial para la Mujer y los Niños de Belice, Kim Simplis Barrow. Asimismo, intervinieron la directora regional de UNICEF, Maria Cristina Perceval; el director regional de UNFPA, Esteban Caballero; el director regional de ONUSIDA, César Núñez; la directora regional de ONU Mujeres, Luiza Carvalho; la representante del Banco Interamericano de Desarrollo, Emma Iriarte; y el representante de la oficina de Chile del Banco Mundial, Gastón Blanco.