Desigualdad en América latina*

Alianza-desigualdad

(ADN) América Latina – El coeficiente Gini que mide la desigualdad, mejoró entre 2008/12 pero se estancó después. Era 0.469 en el 2015. Casi duplicaba a los líderes mundiales en igualdad, los países escandinavos donde es 0.25. En la región casi una de cada tres personas es pobre, pero la proporción es mayor entre las mujeres, los jóvenes, las edades mayores, los 130 milllones de afroamericanos, y los 48 millones de indígenas.

En el 20% más pobre de la población hay un 40% más de mujeres que hombres. El 50% de las mujeres no están integradas al mercado de trabajo. Las que trabajan reciben en promedio 83,9% del salario de los hombres. Un dato estratégico es el uso del tiempo. De un tercio a la mitad del tiempo de las mujeres se ven obligadas a utilizarlo en tareas domésticas y de cuidado no remuneradas. En los hombres es solo el 10% de su tiempo.

Un 63% de los niños y un 45% de los jóvenes latinoamericanos son pobres (los jóvenes son un 1/3 de los indigentes). La cobertura jubilatoria de las edades mayores es limitada. Entre los que tienen 65 años con primaria incompleta, solo el 30% tiene jubilaciones. En las mujeres es el 21%. Las tasas de mortalidad infantil entre los afroamericanos son mucho más elevadas que las promedio. Por ej. 26 niños de cada 1000 nacidos vivos mueren en Colombia, antes de cumplir un año.

Los pueblos indígenas tienen las peores tasas en todos los campos, mortalidad infantil, materna, embarazo temprano, desocupación juvenil, y otras. Por ej. en el año 2012, morían en el Perú en el primer año de vida, 32 de cada 1000 niños indígenas nacidos vivos, frente a 10 no indígenas.

Las perspectivas sociales son inciertas. Otro Informe muy relevante, el de desarrollo humano 2017 del PNUD, plantea que 10 de los 15 países más desiguales del mundo son latinoamericanos. También resalta que si se agregan a los pobres actuales, los “vulnerables”, que son pobres que han salido de la pobreza en años recientes, pero pueden volver a caer fácilmente en ella si no se los protege, la pobreza subiría casi un 10% más.

La existencia de políticas sociales activas es fundamental, como se mostró en la crisis mundial 2008/9 en que contuvieron la pobreza. Los recursos destinados a política social subieron entre el año 2000 y el 2014. En el año 2015 eran el 14.5% del Producto Interno Bruto. Ese % era menor en un 20% al que dedica la Unión Europea, y en un 10% al de USA.

Desde el año 2015 empezaron a bajar tanto en presupuesto como en ejecución. La reducción fue sensible en áreas como educación y salud, donde empezaron nuevamente a alejarse de los mínimos fijados por los organismos internacionales.

Ambos informes, CEPAL y PNUD, recomiendan enfáticamente reforzar las “políticas sociales activas” y los presupuestos correspondientes. El reto está planteado.